La globalización está transformando el mundo, de tal modo que muchos se preguntan acerca de la actual importancia de lo local. Sin embargo, el lugar donde vivimos sigue siendo el núcleo de la vida de todos nosotros, por esta razón, entre los efectos del proceso globalizador se está produciendo una revalorización de lo local. Así, se ha puesto de manifiesto que el nivel de nuestras decisiones
individuales y colectivas seguirá siendo clave, de ahí la necesidad de reforzar el gobierno local. Esta necesidad de refuerzo no necesariamente se centra en aumentar las competencias y recursos asignados a los gobiernos locales, sino que está vinculada a la necesidad de que los gobiernos locales consoliden una legitimidad social, en un entorno social que demanda, cada vez más, mayor
confianza y superar la suspicacia frente a los políticos.

Esta nueva demanda de legitimidad social consiste en una variedad de requisitos de conformidad con valores y prácticas sociales importantes que tienen sanción social o política. Para gestionar la adaptación a este entorno de legitimidad, las instituciones tienen, por una parte, que ser y parecer transparentes y, de otra, vigilar la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Las sociedades son tolerantes y perdonan muchas cosas, excepto la inconsistencia y la hipocresía. Solamente así haremos posible un contexto de “calidad institucional” superior, de una funcionalidad del gobierno local superior, de una correspondencia superior entre la realidad y la ley, entre las intenciones y los resultados, entre la letra y los hechos.

Además, y posiblemente como una condición sine qua non, para obtener dicha
legitimidad social es precisa una redefinición de los gobiernos locales. La capacidad
de dar respuestas rápidas y flexibles, una mayor receptividad ante los ciudadanos y
el desarrollo de procesos de participación son exigencias que se demandan cada vez
más de nuestros gobiernos locales.

La gestión estratégica gana cada vez más importancia en este contexto de continuas transformaciones del entorno social, económico y tecnológico. Estos cambios están obligando a que, en el seno de los poderes públicos de los países desarrollados, se estén produciendo una serie de procesos de reforma y modernización que, en el fondo, son adaptaciones al entorno actual. Esta gestión estratégica, que puede permitir sobrevivir a los cambios mencionados, implica un cambio de
estilo en los gobiernos locales que deben incidir en impulsar la sociedad civil sobre la base de un trabajo participativo.

Hay tres pilares básicos que sustentan las experiencias de fortalecimiento de los gobiernos locales en los países desarrollados: avanzar en el «gerencialismo» o profesionalización de la gestión; la cooperación entre municipios o regiones para la consecución de economías de escala y la colaboración con el sector privado en la gestión de servicios.

La profesionalización de la gestión, a través de la diferenciación entre las tareas de definición política y de ejecución de las políticas, abriendo paso a la gestión «empresarial» en el seno del sector público, exige importantes cambios en la cultura administrativa de nuestras Administraciones Públicas.

Las Municipalidades se encuentran ante una etapa en la que se impone una decidida mejora de la gestión, incorporando en su actuación “el pensamiento estratégico”, es decir, la necesidad de definir qué papel quiere jugar en la sociedad y cuál es la mejor manera de lograrlo.

La modernización y la capacitación son las dos herramientas fundamentales para la consecución de estos objetivos.

Modernización significa adaptación al entorno. Un entorno sometido a permanente cambio en el que surgen nuevos retos y expectativas. El concepto de modernización es aplicable a cualquier tipo de organización, si bien podemos definirlo en el contexto del presente estudio, que no es otro que el de las Municipalidades, como la transición de un sistema burocrático a otro de gestión que es capaz de definir objetivos, optar por la mejor forma de alcanzarlos y evaluar los resultados obtenidos, adaptándose constantemente a los cambios y proveyendo las necesidades de forma anticipada.

Por otra parte, destacamos que desde los años noventa aparecen en el campo de la organización y la gestión un conjunto de teorías caracterizadas por destacar la importancia de las personas que trabajan en una organización para que esta progrese. Se habla del "capital humano" como un componente fundamental del capital intelectual, el cual hace que las organizaciones, sean más competitivas e incluso sobrevivan en un contexto de incertidumbre y competitividad. La capacitación
permanente juega un papel fundamental para conseguir la mejora de la calidad profesional y humana de los empleados públicos.

Es preciso resaltar el valor de la capacitación de todos los servidores públicos, electos o profesionales, que pasa a convertirse en cuestión fundamental ya que, sólo cuando éstos posean los conocimientos, habilidades y aptitudes necesarias, los gobiernos locales podrán dar respuesta a las complejas y cambiantes necesidades de las sociedades actuales, siendo capaz de agrupar las energías públicas y privadas en torno a un proyecto común que garantice el desarrollo sostenible de los municipios y a la vez contribuya a estructurar la sociedad de una forma más justa y solidaria.

La realización de este estudio se enmarca dentro de los objetivos fundacionales de la UIM. Desde su creación, la UIM ha hecho de la capacitación de los responsables políticos, altos directivos y funcionarios de América Latina su eje principal de acción, en el convencimiento que los cambios y las transformaciones en los gobiernos locales son el resultado, en gran parte, de la vocación de servicio y de calidad de las competencias profesionales de sus responsables.

Por lo tanto, se trata de un proyecto estratégico que puede contribuir sustancialmente a la consolidación de la democracia representativa introduciendo una nueva concepción del municipalismo como generador de nuevas ideas, nuevos proyectos y nuevas formas de relación con las sociedades cuyo desarrollo deben liderar los correspondientes gobiernos locales.

Es de suma importancia destacar y agradecer la colaboración en este estudio de un total de 315 expertos municipalistas, sin cuya participación no habría sido posible realizar este estudio.

De los resultados del “Estudio sobre el proceso de modernización y capacitación de los gobiernos locales iberoamericanos”, se extraen valiosas conclusiones sobre la situación de los procesos de modernización y las necesidades de capacitación de las municipalidades de Iberoamérica, que pueden servir de punto de partida para la realización de actuaciones que permitan a los gobiernos locales afrontar con éxito los desafíos que se les plantean y a la UIM la mejora de la calidad de sus actuaciones, adaptando su oferta de eventos de capacitación a las necesidades expresadas por las municipalidades.

Consideramos que una lectura detenida del mismo, en especial de sus conclusiones más significativas, puede alumbrar el camino a seguir por los responsables políticos locales, especialmente en unas materias habitualmente complejas como vienen a ser el proceso de modernización de las municipalidades y la gestión de sus recursos humanos que permita avanzar en este propósito.