¿Cómo hemos avanzado y qué podemos esperar de la participación ciudadana en la nueva constitución?

Este libro no es un tratado de participación ciudadana, sino que, más allá de ello, trata, como se desprende de su contenido, de revisar las innovaciones democráticas y esfuerzos institucionales orientados a profundizar la democracia, realizados por las municipalidades y gobiernos regionales en Chile desde 1990 hasta el año 2020. Y se hace con un doble propósito, de un lado, identificar los principales avances y la naturaleza de los factores que han determinado la dinámica de la democracia local de los últimos 30 años en Chile; de otro, y se confiesa desde el inicio, vislumbrar las posibilidades de instaurar un modelo de democracia participativa local distinto al predominante. Todo ello, además, en pleno cambio constitucional.

Declarada la intención, y a partir de ahí, su lectura resulta trepidante y de sumo interés a fin de comprender dichos propósitos. 

En este sentido, los dos primeros capítulos son contextuales en el entendido que dan cuenta de las limitaciones sobre las cuales se desenvuelven las municipalidades y los gobiernos regionales, con lo que podríamos denominar el modelo de planificación y gestión municipal y regional. Estos capítulos se apoyan en ejemplos de algunos casos emblemáticos que se han identificado a la luz de experiencias y trabajo previos desarrollados en la gestión municipal. 

El tercer y cuarto capítulo se centran en describir el caso del presupuesto participativo, principal innovación democrática realizada a escala municipal y regional. Dichos capítulos dan a conocer una síntesis de los 53 casos de presupuesto participativo registrados hasta el año 2020 en Chile, y del único caso de presupuesto regional conocido y sistematizado a nivel regional en el año 2014 en la Región de Los Ríos. 

Los capítulos quinto y sexto se referirán, por su parte, al controvertido rol que se les asigna a las leyes que promueven la participación ciudadana. En ellos se analiza si una constitución o ley basta para profundizar la participación ciudadana, o en este caso es suficiente para impulsar el presupuesto participativo. Se examinan resultados de estudios a nivel comparado latinoamericano y en profundidad se describe y analiza el caso chileno, puntualmente poniendo atención sobre el rol que ha cumplido la ley 20.500 de participación ciudadana en la gestión municipal lo que conecta, sin duda, con las reflexiones que se hacían al inicio de esta presentación.

Finaliza el libro, en los capítulos séptimo y octavo, con un renovado enfoque de gestión de los mecanismos de participación ciudadana análisis de los factores que resultan determinantes para impulsar procesos de participación ciudadana y/o mecanismos de democracia participativa. Especial relevancia se le dará a la proyección de la democracia participativa en la nueva constitución en proceso de aprobación en Chile.